La danza integradora es una propuesta al alcance de todos. Es una actividad artística, educativa y terapéutica que permite integrar los opuestos capacidad, discapacidad, bailarines, actores profesionales y amateurs, acortando la distancia que los separa, defendiendo los derechos que todos los seres humanos tienen de expresarse en libertad, más allá de las diferencias.
Es posible tender puentes de integración a través del arte como despertador de la conciencia y sanador del alma. El arte, único lugar donde el ser humano puede ser libre cualquiera sea su condición.
Es sabido que el tema de la discapacidad, es una problemática que nos atañe a todos, pero a la vez, es muy difícil de aceptar. Históricamente los discapacitados fueron aislados de la sociedad, quitándoles el derecho de sentirse personas, afectando y limitando desde el discurso verbal y no verbal, su desarrollo personal y evolutivo, como individuos particulares y como miembros de la especie humana.
Los conflictos de la no aceptación y el miedo a los cambios físicos y sociales, se dan en todos los niveles: profesionales, institucionales, artísticos y en la vida cotidiana, alcanzando a todos los sistemas en los que nos toca actuar, ya que la mayor discapacidad humana es la no-aceptación de lo distinto.
Desde aquí, resulta que la Discapacidad es un tema complejo y universal de índole puramente social y la Integración, una necesidad a satisfacer, una deuda a cubrir, de esperanzas y derechos frustrados. Un camino de aprendizaje que la sociedad deberá realizar, para incluir en todas las esferas de la cultura a los discapacitados, tantos años discriminados por sus diferencias físicas o mentales. El verdadero problema no radica en las diferencias, sino en la valoración negativa que se hace de las mismas.
La Danza Integradora pretende acortar la distancia que separa a los seres humanos por sus diferentes capacidades. Permite desarrollar el lenguaje corporal de la danza y la expresión corporal desde la experimentación artística de todas las personas, creando nuevos modelos de comunicación, desde la unidad del ser, integrando el plano físico, mental y espiritual a través de lo individual y lo social.
Desde una visión holística e interdisciplinaria, contribuye a formar personas más íntegras, conscientes del valor del cuerpo en la experiencia vital de la comunicación humana.
Todos somos potencialmente discapacitados, porque nadie está libre de adquirir de un día para otro, por accidente o enfermedad una discapacidad transitoria o permanente.
Todos somos potencialmente capacitados, porque poseemos una reserva interior incalculable y un caudal humano ilimitado, que solo se desarrolla frente a situaciones favorables de aprendizaje, ante fuertes motivaciones o ante situaciones límites de cualquier índole, a nivel individual y social; momentos donde surge el ser creativo, capaz de transformarse y transformar su entorno.
Todos podemos bailar con el cuerpo que tenemos y desde lo que somos. Un cuerpo, con posibilidades y limitaciones, para poder expresarnos a través de él, ya que la fuerza interior del espíritu, supera todas las barreras y trasciende la materia corporal.
Se baila con todo el cuerpo y no solamente con las piernas.
CECILIA CERANTONIO
ORIENTAR.....expandiendo Conciencia
