viernes, 2 de agosto de 2013

Hay un Documento, que pocos conocen y muchos…debieran conocer: “Declaración mundial de Compostela sobre la Contribución de las Personas con diversidad funcional (discapacidad) a una Cultura de Paz.♥♥¸.•♥•.”


“Declaración mundial de Compostela sobre la Contribución de las Personas  con diversidad funcional (discapacidad) a una Cultura de Paz.♥♥¸.•♥•.”


1
En el mundo hay más de 650 millones de personas que viven con alguna
diversidad funcional. Si a esa cifra se agrega el grupo de sus familiares que
conviven con ellas y ellos de manera habitual se pasa a una cifra muy
significativa: dos mil millones de habitantes que, de una forma u otra, viven a
diario con esta circunstancia. En todas las regiones y, en cada uno de los
países del mundo, las personas con diversidad funcional viven con frecuencia
al margen de la sociedad, excluidas de numerosas experiencias fundamentales
de la vida. Tienen escasas esperanzas de asistir a la escuela, obtener un
empleo, poseer su propio hogar, desarrollar sus identidades de género, fundar
una familia, plantearse una posible maternidad y/o paternidad, disfrutar de la
vida social y política. Sobre todo, cuando se trata de mujeres y hombres con
gran diversidad funcional que para llevar sus proyectos de vida necesitan los
apoyos humanos de otras personas.
2
Para la inmensa mayoría de las personas con diversidad funcional del
mundo, las tiendas, los servicios, los transportes públicos, la información, la
comunicación..., están en gran medida fuera de su alcance. La estructura social
y política es la que discapacita y determina la precariedad de la realidad
humana de la diversidad funcional. Por ello, es de suma importancia erradicar
el fenómeno de la discapacitación, ya que el hecho humano de la diversidad
funcional es una condición inherente que atañe a toda la humanidad.

3
El proceso de discapacitación que sufre la persona con diversidad
funcional es un factor determinante de exclusión social y, de discriminación
permanente, que si se unen a otros muchos, tales como: diferencia de género,
orientación sexual, intergeneracionalidad, niveles de pobreza, distintas etnias,
color de piel, tipología y/o grado de diversidad funcional..., llega a tener un
carácter devastador. Las cifras son condenatorias: se calcula que entre las
personas más pobres del mundo el 20% está constituido por las que tienen
diversidad funcional; el 82% de las personas con diversidad funcional en los
países en desarrollo viven por debajo del umbral de pobreza; el 98% de las
niñas y niños con diversidad funcional de los países en desarrollo no asisten a
la escuela; el 30% de las niñas y niños de la calle en todo el mundo viven con
diversidad funcional, y la tasa de alfabetización de las personas adultas con
diversidad funcional llega tan sólo al 3% y, en algunos países, baja hasta el 1%
en el caso de las mujeres con diversidad funcional

4
Estas cifras pueden ser aún más altas en los países devastados por guerras
civiles o catástrofes naturales. En todas las partes del mundo las mujeres y
hombres con diversidad funcional sufren permanente discriminación y, en
general, se encuentran excluidos/as de la vida social, económica y política de
la comunidad. Esta exclusión es la causa básica del alto índice de pobreza
entre este grupo de personas en los países más pobres. Para las mujeres y
hombres con diversidad funcional de los países en desarrollo, el hecho de
encontrarse entre los/as más excluidos/as tiene implicaciones graves, que
pueden convertirse en cuestión de vida o muerte.
5
La marginación y exclusión provocan pobreza y, cuanta más haya,
mayor probabilidad de que se establezca discriminación sistemática contra los
seres humanos con diversidad funcional a lo largo de la vida. La pobreza, por
tanto, genera discapacitación, la cual, desemboca en una Cultura de Violencia:
analfabetismo, mala nutrición, falta de acceso a agua potable, tasa baja de
inmunización contra enfermedades, violaciones constantes como la mutilación
genital femenina y/o las esterilizaciones forzadas, falta de independencia,
condiciones de trabajo poco adecuadas, niveles educativos bajos,
segregacionismo de los entornos comunitarios...



6
La Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Organización de
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO),
reconocen que se debe intervenir activamente para la consecución de una
Cultura de Paz, inclusiva y para Todas y Todos. En la Resolución A/53/243 de
la Declaración sobre una Cultura de Paz (ONU, 13 de septiembre de 1999),
se hace mención específica a la necesidad urgente de buscar múltiples
estrategias y/o recursos que ayuden a eliminar todas aquellas formas de
discriminación e intolerancia que se puedan establecer contra los seres
humanos con diversidad funcional
7
La Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas
con discapacidad (diversidad funcional) y su Protocolo Facultativo, han sido
aprobados el 13 de diciembre de 2006 en la Sede de las Naciones Unidas en
Nueva York. Se trata del primer instrumento amplio de derechos humanos del
siglo XXI y, hace un llamamiento al respeto a la dignidad humana desde la
diversidad funcional.
8
La Convención es la más importante estrategia que surge para evitar la
Cultura de Violencia que genera pobreza y exclusión social en las vidas de las
personas con diversidad funcional y, de las de aquellas que conforman su
entorno habitual. Es, en definitiva, la mejor herramienta legislativa y de
actuaciones socio-políticas para contribuir a la construcción de una auténtica
Cultura de Paz, inclusiva, emancipatoria y sostenida en el tiempo.
9
Hay que acabar con todas las formas de opresión que se establecen
contra las mujeres y hombres con diversidad funcional. Desde un punto de
vista intergrupal, entre las personas con, y sin, diversidad funcional. Y, desde
una perspectiva intragrupal, aunque también intergrupal, en lo que se refiere a
diferencias en torno a género, edad, niveles educativo y laboral, orientación
sexual, acceso a independencia, tipología y grado de diversidad funcional.
10
Una cultura de paz exige que hagamos frente a la violencia de la
pobreza y las injusticias sociales, como la discriminación, la exclusión o la
dependencia obligada, en todos los ámbitos de la vida de una persona con
diversidad funcional. Es indispensable, por tanto, corregir todas estas
asimetrías dentro de cada país y, entre los distintos países, para atajar de raíz
las causas de la violencia en el mundo.
11
La igualdad real y efectiva entre todas las personas, el respeto a la
diversidad humana, el desarrollo, la Vida Independiente, los Derechos
Humanos y la Paz, están unidos de raíz. No puede haber paz duradera sin
desarrollo humano, del mismo modo que éste no se puede alcanzar sin una
plena igualdad entre las personas con y sin diversidad funcional. Sin embargo,
y para que ello sea posible, hace falta un respeto a la dignidad y a la diversidad
humanas, desde la perspectiva de los Derechos Humanos. Y, este enfoque, a
su vez, tiene sentido desde la Filosofía mundial de Vida Independiente.
12
Hemos de luchar contra todo tipo de violencia, buscar maneras pacíficas
de resolver los conflictos y forjar actitudes de tolerancia y de compromiso activo
hacia las y los demás, con y sin diversidad funcional. La sociedad humana
tiene la capacidad suficiente para transformar los conflictos -violentos o no- en
parte de una dinámica de cambio positivo. Ello, puede ser, sí y sólo sí, todas y
todos, excluidas/os por cualquier causa, incluida la discapacitación, logran
participar plenamente en todos los procesos. Sólo entonces se puede combatir
la Cultura de Violencia que azota a toda la humanidad de un modo u otro.
13
Para alcanzar una Cultura de Paz, debemos "hacer/construir", desde la
educación, una Cultura de Vida Independiente y, otra, una Cultura de Derechos
Humanos, que, de manera conjunta, se complementen constantemente para
garantizar una convivencia democrática participativa y pacífica. Porque como
se afirma en la Constitución de la UNESCO: Puesto que las guerras (u otras
múltiples formas de violencia) nacen en la mente de las mujeres y hombres
(con y sin diversidad funcional) es en la mente de estas personas donde deben
erigirse los baluartes de la paz.
14
Si la "discapacidad" se encuentra en todas las estructuras socio­
políticas, económicas y culturales, significa que también es una construcción de
la mente y, en consecuencia, con una buena educación que visibilice la
perspectiva de la Filosofía (mundial) de Vida Independiente y de los Derechos
Humanos, contribuiremos a cambios significativos de actitudes y de
mentalidades de los que depende directamente una Cultura de Paz.
15
Naciones Unidas, a través de la Resolución 52/15, de 20 de noviembre
de 1997, en la que se proclamó el año 2000: "Año Internacional de la
Cultura de Paz", invitó mediante su "Manifiesto para una Cultura de Paz y
Noviolencia", a comprometerse a contribuir en el desarrollo de la comunidad
de la que formamos parte. Algunas personas con gran diversidad funcional que
necesitamos apoyos humanos para realizar nuestras actividades de la vida
diaria o para que nos orienten en nuestro aprendizaje cotidiano, así lo hicimos



16
Por este motivo, y si queremos llevar adelante nuestro compromiso
adquirido, urge que se desarrolle todo el articulado de la Convención
Internacional. En particular, es de gran relevancia el Art. 19, "Derecho a vivir de
forma independiente y a estar incluido/a en la comunidad". Creemos que la
diversidad humana es sinónimo de riqueza, y que sin nuestra presencia ni
participación activa en la sociedad la Cultura de Paz no es posible.
17
En este caso, algunas de esas mujeres y hombres sólo pueden
contribuir activamente a promover una Cultura de Paz y NoViolencia en su
entorno si disponen de apoyos humanos, técnicos y/o tecnológicos, suficientes
y adaptados a sus necesidades. Tal y como promueven la Filosofía mundial deVida Independiente y los Derechos Humanos, dichos apoyos deben basarse en
los proyectos de vida de cada persona.
18
El 31 de octubre del 2000, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas
(UNSC) adoptó unánimemente la Resolución 1325 sobre Mujeres, Paz y
Seguridad. Esta Resolución, que implica un gran avance en la obtención de la
igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, denuncia la
instrumentalización de los cuerpos de las mujeres como signo de dominación y
sometimiento que se producen en los conflictos armados. Asimismo, y sobre
todo, impulsa la presencia y visibilización de las mujeres, fundamentalmente,
en los procesos de construcción, mantenimiento y negociación sobre paz.
19
Es ahí donde también deben estar presentes las mujeres y hombres con
diversidad funcional, en las mesas de negociaciones, y desde una perspectiva
de igualdad de condiciones, en calidad de interlocutores/es válidas/os. No sólo
deben ser perceptores/as de seguridad y protección (Art. 11. "Situaciones de
riesgo y emergencias humanitarias", Convención Internacional ONU), sino que,
como parte implicada directa, y en la medida en que existe una
instrumentalización de la diversidad funcional como símbolo de destrucción
del/de la Otro/a, deben participar en las posibles resoluciones pacíficas a estas
confrontaciones, así como contribuir en su aplicación. La consecución de la
Paz debe de tener en cuenta los derechos de las personas con diversidad
funcional, también, cuando se trata de poblaciones empobrecidas. En gran
medida, poblaciones que han sido devastadas por la guerra o algún desastre.
En esos supuestos, son causantes de diversidad funcional y, de desatención
absoluta a la población civil en general.
20
El 10 de noviembre de 1998, Naciones Unidas proclamó el período
2001-2010, en su Resolución 53/25. "Decenio Internacional de una Cultura
de Paz y NoViolencia para las niñas y niños del mundo". En ella, se
reafirma la Resolución A/53/243 de la Declaración sobre una Cultura de Paz.
La lucha pacífica y no violenta por la erradicación de toda forma de violencia
contra las mujeres y hombres con diversidad funcional, sigue vigente. También,
para las niñas y niños que conforman este colectivo.
21
2010, por tanto, es un momento idóneo para hacer balance y, a partir de
ahí, construir nuevas líneas de investigación y de acción que ayuden a
consolidar una Cultura de Paz emancipatoria e inclusiva, también, para las
personas con diversidad funcional.
22
Con este fin, las y los abajo firmantes nos comprometemos a:
• Solicitar a las Organizaciones y administraciones públicas internacionales,
regionales, nacionales y locales; los Gobiernos; las Organizaciones no
gubernamentales; y, la Sociedad Civil, a que implementen en las futuras
Agendas de Paz y de Derechos Humanos, la perspectiva de la Convención
Internacional de Derechos de las Personas con diversidad funcional (ONU),
como guía ineludible en la construcción de una Cultura de Paz.
23
• Colaborar con las Organizaciones y administraciones públicas
internacionales, regionales, nacionales y locales; los Gobiernos; las
Organizaciones no gubernamentales; y, la Sociedad Civil, a que impulsen la
revisión de toda la normativa actual de que dispongan, a fin de evaluar si es
respetuosa con la Convención Internacional de Derechos (ONU) para este
colectivo o, por el contrario, promueve una Cultura de Violencia. En caso
negativo, se deben establecer plazos razonables para subsanar dicha
situación a la mayor brevedad posible.
24
• Abrir líneas de trabajo conjunto con las Organizaciones y administraciones
públicas internacionales, regionales, nacionales y locales; y, los Gobiernos,
para que dicten normativa específica, en la defensa de los Derechos
Económicos, Sociales y Culturales de las Personas con diversidad
funcional.
25
• Apoyar todos los esfuerzos nacionales e internacionales que se lleven a
cabo para garantizar la Igualdad real y efectiva de las personas con y sin
diversidad funcional en todos los ámbitos de la vida (personal, social,
cultural, económico, de ocio y participación política). En especial, de las
niñas y mujeres y, de todas aquellas personas que por su situación de gran
diversidad funcional sufren mayores cotas de marginación y, por tanto, de
vulnerabilidad
26
• Impulsar el reconocimiento del Movimiento mundial de Vida Independiente,
y su Filosofía, como la expresión social y política más respetuosa con la
perspectiva de los Derechos Humanos y de una Cultura de Paz. En este
sentido, dicha práctica, debe ser entendida como una "Experiencia de Paz"
basada en una Metodología de NoViolencia Activa.
27
• Potenciar la inclusión de la realidad humana de la diversidad funcional en
todos los espacios de Paz (universitarios; asociaciones; centros, clubes y
cátedras UNESCO; seminarios, fundaciones, centros de investigación,
movimientos por la paz...), desde una perspectiva transversal. Para ello, es
importante tener presente a Especialistas en Paz, y que se encuentren en
situación de diversidad funcional. Sus voces y, la incorporación de sus
Derechos Humanos, son indispensables para ir afianzando una Cultura de
Paz.
28
• Ofrecer nuestras aportaciones a las estructuras gubernamentales e
intergubernamentales, a las asociaciones y ONG, así como a la Sociedad
Civil en general, para trabajar por el desarrollo de una Cultura de Paz,
emancipatoria y perdurable en el tiempo, también, para generaciones
futuras. En calidad de Constructoras y Constructores de Paz, debemos
asumir la responsabilidad de incorporar nuestras especificidades en la
constitución, mantenimiento y negociación de la Paz.
29
• Demandar la inclusión de las mujeres y hombres con diversidad funcional
en los Programas o Proyectos de Cooperación al Desarrollo y, en las
Políticas Públicas de Desarrollo Internacional.
30
• Favorecer políticas y programas para el colectivo de mujeres y hombres con
diversidad funcional que promuevan nuestro empoderamiento para la
construcción de una plena ciudadanía.
31
• Asesorar para que los recursos humanos y económicos se destinen
fundamentalmente en la promoción de los Derechos Humanos de todas las
personas, con y sin diversidad funcional. Y, reclamar la reducción de los
gastos militares.
32
• Abogar por la plena implementación de los principios que promueve la
Convención Internacional de la ONU (Art. 3): a) El respeto de la dignidad inherente, la autonomía individual, incluida la libertad de tomar las propias decisiones, y la independencia de las personas.
b) La no discriminación.
c) La participación e inclusión plenas y efectivas en la sociedad.
d) El respeto por la diferencia y la aceptación de las personas con diversidad
funcional como parte de la diversidad y la condición humanas.
e) La igualdad de oportunidades.
f) La accesibilidad.
g) La igualdad entre el hombre y la mujer.
h) El respeto a la evolución de las facultades de los niños y las niñas con
diversidad funcional y de su derecho a preservar su identidad.
33
• Fomentar una Educación amplia, integral, y de calidad, con capacidad de
incorporar las distintas diversidades humanas (género, orientación sexual,
intergeneracionalidad, interculturalidad...), incluida la "diversidad funcional",
desde un plano de horizontalidad y transversalidad permanente.
34
• Promover una materia curricular específica, una "Educación para una
Cultura de Vida Independiente", entendida como una excelente herramienta
formativa para des-construir y, sobre todo, re-construir nuevos valores,
actitudes y comportamientos que nos aproximen a una Cultura de Paz,
también, cuando se trata de seres humanos con diversidad funcional.
Supone un complemento a la perspectiva de la transversalidad.
35
• La "Educación para una Cultura de Vida Independiente", también debe ser
inclusiva y, para todas y todos. Debe integrar las distintas diversidades que
forman parte de un ser humano con diversidad funcional (etnia, color,
género, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen
nacional, étnico, indígena o social, patrimonio, nacimiento, edad o cualquier
otra condición). Sólo así, puede sumarse al conjunto de lo que se configura
como una "Educación para la Cultura de Paz".
36
• Reconocer la Paz como un Derecho Humano. En tiempos de guerra o de
confrontaciones, las personas con diversidad funcional ven mermadas sus
posibilidades hasta extremos insospechados. Cada Ser Humano debe tener
garantizado su posibilidad de "vivir, en paz" y/o "vivir, desde la paz". Las
mujeres y hombres con diversidad funcional también debemos tener
derecho a vivir con dignidad y, en y desde la paz. Esta última, hace posible
que tengamos expectativas de vida y que la "Cultura de la diversidad
funcional" sea riqueza.
37
• Propiciar nuevos enfoques de desarrollo que tengan en cuenta las
prioridades y perspectivas de las mujeres y hombres con diversidad
funcional, desde el enfoque de los Derechos Humanos y la Filosofía
mundial de Vida Independiente. Asimismo, se deben promover programas
de ayudas a Emprendedoras/es con diversidad funcional, con el fin de
potenciar sus talentos y capacidades personales a favor de la construcción
de una Cultura de Paz.
38
• Oponernos a todas las modalidades de discriminación que por razones de
religión, prácticas culturales y tradicionales, así como de desigualdades
intergrupales, puedan surgir. La violencia de género, la dependencia
obligada o algunos avances en biotecnologías, son ejemplos de formas de
vulneración y/o violación sistemática de Derechos Humanos contra este
colectivo que se deben combatir.
39
• Todas las personas, con o sin diversidad funcional, mujeres u hombres y,
de distintas diversidades funcionales, en calidad de Actoras y Actores en la
construcción y el mantenimiento de una Cultura de Paz, podremos
transformar las estructuras para constituir un espacio común compartido, y
deseable, en el que las distintas diversidades humanas sean respetadas en
términos adecuados, sí y sólo sí, somos capaces de tomar las riendas de
nuestras propias vidas y de nuestro devenir humano. En definitiva:
¡NADA SOBRE NOSOTROS/AS SIN NOSOTROS/AS!

Foro Mundial de Educación 2010 //Santiago de Compostela, 12 de diciembre de 2010//



(se mantiene el diseño con el que fue dado a conocer)

Orientar, expandiendo Conciencias.♥♥¸.•♥•.”

INCLUSIÓN, CAMBIO ORGANIZACIONAL, PLANIFICACIÓN CENTRADA EN LA PERSONA Y APOYOS NATURALES✿ •.¸.•´✿

Mank, David
Indiana Institute on Disability and Community. Indiana University, Bloomington, Indiana
Recopilación y Resumen por la Dra. Cristina Jenaro
El concepto de inclusión, como principio de actuación, surgió en el entorno educativo, si bien actualmente se aplica a otros ambientes y a la inclusión en la comunidad en general. Aunque los beneficios de esta inclusión se fundamentan en principios como la solidaridad o la cooperación, no abundan los estudios sobre las ventajas que ello tiene para ciudadanos con y sin discapacidad.
Como contribución a la investigación en esta área el Instituto de Indiana sobre Discapacidad y Comunidad ha desarrollado una investigación sobre la relación entre inclusión y resultados académicos en estudiantes con discapacidad y en sus compañeros sin necesidades educativas especiales (Waldron y Cole, 1999). Concretamente el estudio analiza el rendimiento académico en lectura y matemáticas de estudiantes con discapacidades ligeras que han sido educados en centros inclusivos, en comparación con los progresos realizados por sus iguales formados en centros específicos. Asimismo, la investigación analiza el progreso de los estudiantes con discapacidad en comparación con el de sus iguales sin limitaciones. Por otra parte, se analiza el rendimiento de estudiantes sin discapacidad escolarizados en centros inclusivos, frente el rendimiento de iguales escolarizados en centros no inclusivos (véase Figura 1, para una descripción más detallada de los instrumentos).
Dos resultados fundamentales son de destacar: 1) los alumnos con discapacidad en escuelas inclusivas obtienen mejores rendimientos que sus compañeros en escuelas no inclusivas y, además 2) los estudiantes sin discapacidad escolarizados en escuelas inclusivas obtienen mejores resultados que sus iguales sin discapacidad escolarizados en escuelas no inclusivas.
El Instituto que el Dr. David Mank dirige también ha desarrollado estudios para determinar los resultados de iniciativas de cambio organizacional, consistentes en la conversión de Instituciones de rehabilitación profesional que desarrollaban programas educativos en la propia institución, a programas de empleo integrados que ofrecen apoyos individualizados (Rogan, Held, y Rinne, 1998). El estudio, realizado en base a una encuesta por correo que sirvió para analizar los datos de 41 organizaciones pertenecientes a 25 Estados diferentes, de entre las que se encontraban 12 organizaciones convertidas, llevó a las conclusiones que se resumen a continuación. En este cambio fue fundamental la función de liderazgo asumida por el director de los diferentes centros, así como el cambio en la estructura organizacional, potenciando más el trabajo en equipo y reduciendo la verticalidad. Ello supuso también asumir valores como la planificación centrada en la persona, superar prejuicios y fomentar la creatividad, entre otros cambios (factores adicionales quedan recogidos en la Figura 2).
Los resultados de este estudio indican que las personas que se han beneficiado de estos nuevos servicios están más contentas; con una autoestima más elevada, y consideran que reciben mejores servicios, Por su parte, el personal está más satisfecho, y con mayor sentido del trabajo en equipo. Por último, en relación con la organización se observa una mayor eficacia en los costes y mejores relaciones con los empresarios y la comunidad. En definitiva, esta investigación demuestra que el cambio no sólo es posible sino que además produce efectos más positivos para usuarios, proveedores de servicios y comunidad en general.

Otra actividad relacionada con el cambio organizacional en la que el Instituto de Indiana sobre Discapacidad y Comunidad ha estado implicado en los últimos años ha sido en la planificación del diseño y cambio de servicios de atención a personas con discapacidades del desarrollo (Task Force SB 317, 1998). El trabajo tiene sus orígenes en el año 1997, cuando tras hacerse público en Indiana que una institución para personas con discapacidad estaba incurriendo en situaciones de abandono y maltrato de sus residentes, el gobierno estatal procedió a cerrar dicha institución. Entonces, el Gobernador de Indiana estableció la creación de un grupo de trabajo para estudiar alternativas residenciales. El grupo de trabajo, conformado por representantes de distintas instituciones privadas y públicas sobre y de personas con discapacidad, así como por personas con discapacidad, empezó a funcionar comenzando por establecer una visión o valores compartidos que debían presidir sus actuaciones. Entre estos valores se encontraban la inclusión, la vida en la comunidad, la planificación centrada en la persona, y la elección (Véase Figura 3).

Más de doscientas personas, pertenecientes a dos instituciones, fueron entonces objeto de atención y planificación individualizada. En todos los casos se primó la búsqueda de alternativas incluidas en la comunidad, frente a las alternativas de instituciones específicas, si bien los usuarios y familias eran los últimos responsables en tomar esta decisión. Un año más tarde, los principales resultados, tras la desinstitucionalización de estas personas se puede resumir en un aumento de la independencia, de la toma de decisiones, del empleo y remuneración, y de la integración en la comunidad, así como en una reducción de problemas de conducta. Además, y pese a las resistencias iniciales, tanto las personas con discapacidad como sus familias se mostraron mucho mas satisfechas con estas alternativas, y consideraban que se había producido un aumento de la calidad de vida.
Esta experiencia es coherente con la tendencia en los Estados Unidos por reemplazar las instituciones por pisos ubicados en la comunidad, con la intensidad de los apoyos necesarios. Estas iniciativas han demostrado además que a largo plazo no son más caras que las instituciones específicas. De hecho, actualmente en los Estados Unidos de Norteamérica, cuatro Estados no tienen instituciones, y otros cuatro tienen menos de 300 personas con discapacidades del desarrollo en instituciones estatales. Todo ello requiere trabajar por redirigir las fuentes de financiación, por asegurar y controlar la calidad de vida del consumidor, y por aumentar la capacidad de la comunidad para dar respuestas individualizadas a sus ciudadanos, asumiendo valores como la importancia de buscar soluciones en la misma comunidad y no fuera de ella.
Y así por ejemplo, una de las soluciones dentro de la comunidad en el área laboral es la iniciativa del empleo con apoyo. En este sentido, desde 1995 el equipo del Dr. David Mank junto con colegas de otras Universidades viene estudiando el empleo con apoyo y la importancia de los apoyos naturales en la calidad de los empleos que desempeñan trabajadores con discapacidad, comparado con los de sus compañeros sin estas limitaciones (Mank, Banks, Charleston, Cioffi, y Yovanoff, 1995-1999). Más de mil personas conforman la muestra objeto de estudio a lo largo de los años. La población estudiada incluye a personas con discapacidad psíquica, enfermedad mental, y otras discapacidades. Los resultados de empleo de trabajadores con discapacidad en la modalidad de empleo con apoyo han sido estudiados utilizando un formato de cuestionario que incluye un apartado especialmente referido a la valoración del grado de semejanza o lo típico de las condiciones laborales que experimenta el trabajador con discapacidad, comparado con la situación de sus compañeros sin esta limitación funcional que desempeñan la misma actividad. Varios factores son valorados, entre ellos la integración social, la adquisición del empleo, la orientación y formación inicial, los beneficios adicionales —p.ej. Seguro médico, vacaciones pagadas, etc.- y los roles laborales, entre otros.
Los principales resultados de estas investigaciones sobre apoyos naturales coinciden en que para todos los niveles de severidad de la discapacidad existe una relación positiva entre salario e interacción social,. Asimismo, existe una relación positiva entre interacción social y semejanza de roles laborales. Por otro lado, parece que la antigüedad en el puesto no se relaciona con mejores resultados en cuanto a salario o a una mayor semejanza del empleo y de las condiciones laborales, lo que sugiere la necesidad de trabajar activamente por conseguir condiciones laborales tan típicas como sean de esperar en un puesto de trabajo y en una empresa determinados.
Un elemento importante de los apoyos es el proveniente de los compañeros de trabajo. Los resultados de las investigaciones desarrolladas por el equipo del Dr. Mank también coinciden en que una mayor preparación de los compañeros de trabajo, tanto en aspectos relacionados con la diversidad y la discapacidad, como con el modo de ofrecer apoyo a los empleados, se relaciona con mejores resultados de empleo para estos trabajadores apoyados. Otro aspecto que merece la pena destacar se refiere a la influencia del preparador laboral en el puesto de trabajo, acompañando a la persona con discapacidad. Así, un excesivo número de horas de presencia o entrenamiento directo al trabajador con discapacidad está relacionado con situaciones laborales menos similares a las de los demás compañeros de trabajo. De ahí la sugerencia de actuar más como facilitador, o como figura de apoyo que actúa "cuando es necesario", en vez de como proveedor directo de entrenamiento laboral en el puesto de trabajo. Otro dato de interés está relacionado con las condiciones de vivienda y resultados de empleo de estos trabajadores apoyados. Los datos indican que, independientemente de la severidad de la discapacidad, la tendencia observada sugiere que aquellas personas que viven en pisos tutelados o con sus familias obtienen también mejores resultados en empleo que aquellas personas que viven en residencias específicas de personas con discapacidad. Otro aspecto objeto de análisis hace referencia al mantenimiento del puesto de trabajo una vez conseguido. Los estudios indican que en un período de dos años, casi el 30% de las personas con discapacidad que obtuvieron un trabajo, lo perdieron. De este porcentaje, más de la mitad aún no ha encontrado un puesto de trabajo, tres años después. Interesante es sobre todo el análisis de las causas relacionadas con esta pérdida de empleo, así, ello no parece estar relacionado con variables personales como el nivel de retraso, o los problemas de conducta, sino con el número de horas de apoyo requerido. A la vista de todos estos resultados es posible sugerir algunas estrategias de apoyo que permitan al empleado apoyado obtener mejores resultados de empleo. Algunas de estas estrategias se resumen en la Figura 4.

Todos estos trabajos desarrollados por el Instituto de Indiana sobre Discapacidad y Comunidad ponen de manifiesto valores como la elección y el control de la persona con discapacidad, así como la autodeterminación, y la potenciación de las capacidades de la persona con limitaciones en su funcionamiento. Todo ello es objeto de análisis en la ponencia del Dr. Mank sobre la Elección y el Control en personas con discapacidad (Mank, 2000). Algunas de las variables que obstaculizan o impiden la posibilidad de elegir aparecen reflejadas en la Figura 5.

Según el Dr. Mank, permitir a la persona con discapacidad que sea ella quien elija, supone también un cambio en las estrategias de financiación de los servicios a disposición de las personas con discapacidad. Así, frente a la financiación por parte del gobierno, de servicios para personas con discapacidad, se proponen alternativas que permitan a la persona con discapacidad decidir qué necesidades tiene, qué servicios precisa y qué proveedores son más adecuados para dar respuesta a dichas necesidades. Según plantea el Dr. Mank, debemos ser conscientes de que cuanto mayor sea la distancia social y personal entre el elector y la elección realizada, mayor será la probabilidad de que dicha elección sea falsa o errónea.
Fuente: http://sid.usal.es       ✿ •.¸.•´✿Orientar,expandiendo Conciencias  ✿ •.¸.•´✿

jueves, 1 de agosto de 2013

Homeschooling.✿ •.¸.•´✿

Educación en el hogar, o educar en casa(Homeschooling) es el proceso mediante el cual se persigue la educación de los niños exclusivamente en el contexto del hogar familiar o en círculos un poco más amplios (vecindarios, parroquias, etc.), pero en todo caso fuera de las instituciones tanto públicas como privadas. Es un fenómeno que ha existido siempre siendo en tiempos pasados la única forma de instrucción intelectual. Existen diversas motivaciones para la educación en el hogar, que normalmente tienen el eje en la oposición a las leyes de educación y pensum obligatorio..



En muchos lugares la "educación en el hogar" es una opción legal para padres que quieren formar a sus hijos con un ambiente de enseñanza diferente al que existe en las escuelas cercanas. Muchas de estas familias hacen esta elección por motivos religiosos.Otros lo hacen por no gustarles las escuelas en su área o por el efecto institucional de la escuela en general. También es una alternativa para las familias que viven en zonas rurales aisladas y son ellas quienes deciden, por razones personales o prácticas, no llevar a los niños al colegio.
Esta forma de educación era la forma natural de educación hasta que los primeros colegios se formaron hace pocos siglos. Sin embargo, ganó popularidad a comienzos de la década de 1980 en los EEUU, donde se denomina homeschooling o homeschool...




En Argentina no se tiene una estadística real sobre las familias que educan en casa pero sí existen bitácoras personales, noticias periodísticas y foros de familias que practican esta disciplina. Legalmente se encuentran en un vacío importante por lo que las familias que aplican la educación en el hogar se respaldan con el derecho Constitucional de poder elegir la mejor educación para sus hijos así como la de ser reconocidos (tal cual expresa Constitución y Ley Nacional de Educación) como los agentes naturales y primarios de la educación de sus hijos. Así mismo la mayoría de los niños que se educan en el hogar rinden sus respectivos niveles como estudiantes libres, acreditación esta fácilmente realizable en la Capital Federal en contraposición con el interior del país donde la burocracia muchas veces impide a las familias rendir bajo este régimen....Orientar, expandiendo Conciencias✿ •.¸.•´✿