jueves, 25 de febrero de 2010
esclerosis múltiple....................
Se considera la esclerosis múltiple como una enfermedad provocada por el ataque por error del propio sistema inmunitario. Se habla de que el desencadenante de que el sistema inmunológico ataque a las propias estructuras del cuerpo pudiera ser un virus, pero hasta ahora no se conocen evidencias tajantes....
Por otra parte, aun no siendo la esclerosis una enfermedad hereditaria, algunos estudios sugieren que la genética puede jugar un papel importante en la susceptibilidad de una persona hacia la enfermedad.
En la población general, la probabilidad de desarrollar esclerosis múltiple está en menos de un 1 por ciento. Sin embargo, si existe una persona afectada en la familia, sus parientes de primer grado tienen una probabilidad de desarrollar la enfermedad de entre un 1 a un 10 por ciento. Algunos pueblos como gitanos, esquimales y bantúes nunca padecen de esclerosis múltiple.
Otros como indios nativos americanos, japoneses y otros pueblos asiáticos tienen una tasa de incidencia muy baja. No está claro si esto es debido a factores genéticos o ambientales. Ésta parece ser una enfermedad de climas más bien templados que tropicales (es decir, que hay más EM cuanto más lejos se viva del ecuador).
En la región del norte de Europa y en América del Norte, especialmente en Escandinavia, Escocia y Canadá, hay una gran prevalencia de EM que tal vez refleje una susceptibilidad específica de la población autóctona. Las mujeres son más propensas a contraer esclerosis múltiple que los hombres.
La EM es un 50 por ciento más frecuente en las mujeres que en los hombres (es decir, 3 mujeres por cada 2 hombres). En general, la esclerosis múltiple es una enfermedad de adultos jóvenes, la edad media de aparición es 29-33 años, pero la gama de edades de aparición es muy amplia, aproximadamente desde los 10 a los 59 años.
Con la llegada de métodos especializados, tales como el escáner de formación de imágenes por resonancia, muchos casos de EM se diagnostican precozmente en la infancia y en la adolescencia. El límite no debe tomarse como un límite fijo de aparición de la enfermedad (inferior a los 15 años, tal como tradicionalmente citan muchos textos y folletos). Tampoco es una enfermedad hereditaria ni se transmite genéticamente, aunque sí parece haber cierta susceptibilidad genética a la enfermedad, lo cual explica el hecho de que haya un riesgo de esclerosis múltiple ligeramente mayor en familias donde ya ha habido algún caso. El riesgo ligeramente mayor para los hijos y hermanos de las personas con EM tal vez refleje una susceptibilidad común en un entorno similar.
Con qué síntomas se manifiesta?
La esclerosis múltiple es una enfermedad muy variable, dependiendo de qué fibras nerviosas del sistema nervioso central resulten afectadas. Cada caso es diferente. Cada enfermo muestra síntomas diferentes y en momentos distintos. Además, no siempre aparecen todos a la vez. Mientras que unos son síntomas evidentes e inmediatos, otros son síntomas permanecen "escondidos" y pueden ser difíciles de descubrir.
Algunos de los más frecuentes son:
Cansancio
Visión doble o borrosa
Problemas del habla
Temblor en las manos
Debilidad en los miembros
Pérdida de fuerza o de sensibilidad en alguna parte del cuerpo
Vértigo o falta de equilibrio
Sensación de hormigueo o entumecimiento
Problemas de control urinario
Dificultad para andar o coordinar movimientos
Al principio, los brotes en forma de alguno de estos síntomas se dan más a menudo y el paciente se recupera de ellos con mayor rapidez. Otras veces la enfermedad tarda mucho en mostrarlos.
La mayoría de personas con EM experimenta más de un síntoma y, si bien hay algunos muy comunes, cada paciente acostumbra a presentar una combinación de varios de ellos, cuyas posibilidades pueden ser:
Visuales: visión borrosa, visión doble, neuritis óptica, movimientos oculares rápidos e involuntarios, pérdida total de la visión (rara vez).
Problemas de equilibrio y coordinación: Pérdida de equilibrio, temblores, inestabilidad al caminar (ataxia), vértigos y mareos, torpeza en una de las extremidades, falta de coordinación.
Debilidad: puede afectar en particular a las piernas y al andar
Rigidez muscular: el tono muscular alterado puede producir rigidez muscular (espasticidad), lo cual afecta. También son frecuentes espasmos y dolores musculares.
Sensaciones alteradas: cosquilleo, entumecimiento (parestesia), sensación de quemazón, otras sensaciones no definibles
Habla anormal: lentitud en la articulación, palabras arrastradas, cambios en el ritmo del habla.
Fatiga: un tipo debilitante de fatiga general que no se puede prever o que es excesiva con respecto a la actividad realizada (la fatiga es uno de los síntomas más comunes y problemáticos de la EM)
Problemas de vejiga e intestinales: necesidad de orinar con frecuencia y/o urgencia, vaciamiento incompleto o vaciamiento en momentos no apropiados; estreñimiento y, rara vez, pérdida del control de esfínter (incontinencia)
Sexualidad e intimidad: impotencia, excitación disminuida, pérdida de sensación placenteras ensibilidad al calor: el calor provoca muy frecuentemente un empeoramiento pasajero de los síntomas
Trastornos cognitivos y emocionales: problemas con la memoria a corto plazo, la centración, el discernimiento o el razonamiento
Si bien algunos de estos síntomas son evidentes de inmediato, otros, tales como la fatiga, las sensaciones alteradas y los problemas de memoria y concentración son frecuentemente síntomas "ocultos". Estos últimos pueden ser difíciles de describir, incluso para los familiares (las personas que cuidan a afectados de EM no perciben estos síntomas, como también pueden pasar inadvertidos en el trabajo y en las actividades sociales y, sin embargo, disminuyen la calidad de vida......
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