domingo, 21 de marzo de 2010
Una mirada a Labor-trabajo y discapacidad en España //2009
No es nuevo si decimos que las personas con discapacidad en edad laboral deben superar enormes barreras para acceder a un empleo digno, y más en los tiempos que vivimos. En el caso de Euskadi, sólo una de cada 3 personas con discapacidad está ocupada en alguna actividad profesional, 20.000 personas, concretamente.
Es importante, en este sentido, destacar la labor y el enorme esfuerzo que están realizando las organizaciones de la economía social (centros especiales de empleo, asociaciones, fundaciones de personas con discapacidad, empresas sociales, cooperativas, sociedades laborales) para salvar estas barreras y promover la integración laboral a través del trabajo.
Por ello, se puso en marcha esta investigación, cuyos resultados se presentaron ayer.
En ella se analizan los obstáculos que se interponen para insertar socialmente a las personas con discapacidad a través del trabajo, evaluar el papel de la economía social en los proceso de inserción y proponer soluciones, investigando enl comportamiento de las figuras protagonistas en los procesos de inserción de las personas con discapacidad: las propias personas con discapacidad, las entidades empleadoras y las Administraciones públicas.
En el estudio se recogen numerosos datos, pero algunos de los más relevantes pueden ser:
- Cataluña, Andalucía y Euskadi con las comunidades autónomas con mayor empleo de personas con discapacidad en CEE (centros especiales de empleo). En Euskadi, 6.529 personas trabajan en 85 centros de este tipo.
- En Euskadi hay 59.079 personas con discapacidad en edad laboral registradas, el 3,9% de la población vasca en este tramo de edad (16-64 años)
- La tasa de ocupación de estas personas es del 34%, es decir, sólo una de cada tres está trabajando.
- Las mujeres soportan una mayor tasa de inactividad que los hombres, y también una tasa de paro mayor. Sólo el 29% de las mujeres con discapacidad en edad laboral están trabajando.
- Las personas con discapacidad tienen un bajo nivel formativo; de hecho, el 10,6% de ellas es analfabeta o tiene muy pocos estudios. El 49% tiene sólo estudios primarios.
En lo que respecta a la relación entre el asociacionismo y la inserción laboral:
- La tasa de ocupación de las personas integradas en alguna entidad de la economía social es del 50,1%, es decir, una tasa 16 puntos superior a la del conjunto de las personas con discapacidad.
- En este caso, la situación es más desfavorable entre los hombres que entre las mujeres.
- Sólo un 3,9% de las personas con discapacidad integradas en la economía social son personas analfabetas o sin estudios. El 19,1% tiene, además, estudios superiores.
Empleo
- Sólo el 46,2% de las personas con discapacidad ocupadas trabajan en empresas ordinarias. De éstas, el 14,1% lo hacen en el sector público y el 7,1% por cuenta propia. El 32,6 de las personas ocupadas en Euskadi lo está en centros especiales de empleo.
- Las personas que trabajan en los centros integrados en EHLABE constituyen el 83% de todas las que pertenecen a CEE y el 29% de todas las asalariadas.
- En la contratación de personas con discapacidad, las empresas privadas recurren, en el 40% de los casos, a CEE o asociaciones.
- El 93,3% de los centros de trabajo públicos que tienen empleada a alguna persona con discapacidad considera que su rendimiento es igual al del resto de personas empleadas.
- Las administraciones locales son quienes mas emplean a personas con dicapacidad, y las universidades las que menos.
- Sólo el 7% de las personas con discapacidad psíquica trabaja en un entorno ordinario, el resto lo hace en CEE.
Los resultados obtenidos han sido mucho más numerosos, pero a la luz de estos, podemos plantearnos cuatro grandes desafíos en los que estamos implicados todas aquellas entidades que trabajamos para conseguir la normalización del colectivo de personas con discapacidad: el aumento de la tasa de actividad de éstas, la reducción del desempleo, la superación de las discriminaciones por razón de sexo y la integración de los modelos de inserción de empleo protegido y empleo ordinario en un único modelo combinado de inserción.
Una mirada sin duda totalmente esperanzadora si de inclusión e integracion hablamos, alli en España los Centros de Empleo, cumplen una funcion importantísima a la hora de las inserciones laborales................
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