lunes, 16 de agosto de 2010
El flujo correcto del chi o energía en medicina oriental es la esencia de nuestra salud y de nuestra enfermedad....
Todas las especialidades creadas por la medicina oriental, como el shiatsu, el tai chi o el chi kung... tienen el mismo objetivo: mantener esta fuerza vital en equilibrio......
Shizuto Masunaga, uno de los mayores maestros japoneses de shiatsu, combinó la gimnasia suave con la teoría oriental del equilibrio de energías....
Estos estiramientos zen pretenden armonizar los desequilibrios producidos por el estrés, la mala alimentación o los problemas personales gracias al correcto fluído de energía por los meridianos. Esta gimnasia zen actúa en las zonas en las que existe una sobrecarga a un déficit de energía vital, reequilibrándola.
El trabajo corporal de los estiramientos zen se realiza a través de la llamada relación energética, basada en los doce canales primarios o meridianos que conectan los órganos y hacen fluir la energía del interior hacia el exterior. Trabajando en seis líneas distintas, puede reequilibrarse la energía vital de esos meridianos.
Los ejercicios son suaves, fáciles de realizar en cualquier momento y resultan apropiados para todos. Bastan diez minutos de práctica diaria para compensar el chi del organismo, sintiendo los puntos en los que la energía puede bloquearse e incidiendo en ellos para conseguir el ansiado equilibrio vital. Cuando hay acumulada demasiada energía, se nota mayor tensión muscular al realizar el ejercicio. Cuando se siente excesiva soltura, en cambio, indica carencia energética.
La práctica regular de estos estiramientos no sólo permite localizar la energía bloqueada, sino que puede prevenir que eso suceda.
Ejercicios que equilibran tu energía interior
Cada uno de estos movimientos envuelve una pareja de meridianos. Si se nota tensión al realizar el ejercicio, indica un exceso de energía en ese punto.
Pulmón - intestino grueso.
Sitúate de pie, con las piernas un poco abiertas, los pulgares cruzados detrás de la espalda y los dedos alargados hacia afuera. Echa el busto hacia delante sin doblar las rodillas, alargando lo máximo que puedas los brazos en alto. Vuelve a la posición de partida y repite el ejercicio cruzando los pulgares en sentido contrario.
Bazo - estómago.
Siéntate sobre tus tobillos con las piernas juntas y la espalda recta. Tira los hombros hacia atrás, alargándote lo máximo que puedas con las manos apoyadas en el suelo y separando un poco los pies para que los glúteos descansen sobre el suelo. Cuando la espalda y los hombros toquen el suelo cruza los dedos y gira las palmas de las manos hacia la cabeza: las rodillas te quedarán levantadas, juntas, con la parte inferior de las piernas hacia afuera y la espalda arqueada sin tocar el suelo.
Corazón e intestino delgado.
Siéntate en el suelo con las palmas de los pies juntas. Coloca los pies lo más cerca de ti que puedas, agarrándolos con las manos, flexiona la cadera y la espalda hacia adelante, haciendo una reverencia, manteniendo los muslos sobre el suelo. Intenta que la cabeza toque los pies, y los codos y las rodillas el suelo, pero llega sólo hasta donde el cuerpo te permita.
Hígado y vesícula biliar.
Siéntate en el suelo con las piernas estiradas y separadas. Levanta los brazos y dóblate sobre tu pierna izquierda con las espalda girada hacia la pierna opuesta. Repítelo en sentido contrario. Después, dóblate hacia adelante con la cabeza y la espalda bien alineadas. .......................
ORIENTAR....expandiendo Conciencias
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