martes, 21 de agosto de 2012
La fatiga mental en el trabajo*`*•.¸¸☆彡Laura Cámara ,Técnico Superior de Prevención de Riesgos Laborales
La fatiga mental en el trabajo En ocasiones, el cansancio que presenta una persona puede resultar incomprensible ante aquéllos que consideran que no tiene motivos para estarlo, ya que su trabajo no requiere grandes esfuerzos físicos. No obstante, el afectado no habla de un cansancio estrictamente físico, aunque haya algunos síntomas físicos como dolores musculares [...]
La fatiga mental en el trabajo
En ocasiones, el cansancio que presenta una persona puede resultar incomprensible ante aquéllos que consideran que no tiene motivos para estarlo, ya que su trabajo no requiere grandes esfuerzos físicos.
No obstante, el afectado no habla de un cansancio estrictamente físico, aunque haya algunos síntomas físicos como dolores musculares o dolores de estómago, sino más bien de un agotamiento mental.
En apariencia, hay trabajos que parecen cómodos y descansados, lo cual contrasta con las molestias y el cansancio que manifiestan quienes los desempeñan.
A continuación damos alguna explicaciones a este cansancio aparentemente injustificado.
Características
Los expertos en psicología y también los profesionales de la prevención de riesgos laborales (especialidad en ergonomía y psicosociología) ponen especial interés en diferenciar lo que es una fatiga mental común de la patológica. La fatiga es normal en algunas situaciones y se soluciona con el descanso correspondiente.
El problema surge cuando, una vez descansado, se sigue experimentando la misma sensación día tras día.
Entre las características más comunes de la fatiga mental están:
1) La disminución de la capacidad de respuesta o de acción de la persona.
2) Es un fenómeno multicausal, aunque se pueda encontrar que en su origen haya una contribución de gran peso de un factor concreto.
3) Afecta al organismo como un todo (físico y psíquico) y en grado diverso, dado que se percibe de manera personal. Esto hace que se encuentren diferencias interpersonales e intrapersonales en cuanto a las formas en que se expresa y la intensidad en que se siente la fatiga, en función de factores situacionales y características personales.
4) La sensación de fatiga es un mecanismo regulador del organismo, es un indicador de la necesidad de descanso del organismo.
Esta disminución temporal de la eficiencia funcional mental y física en el trabajo se manifiesta, por ejemplo, mediante una sensación de cansancio, una peor relación esfuerzo/resultado, la naturaleza y frecuencia de los errores, etc. Pero el alcance de estas alteraciones está en parte determinado por las condiciones de la persona. Por este motivo, dos compañeros de trabajo que realizan la misma tarea pueden presentar sensaciones de fatiga de diferentes grados.
Causas y efectos
Cuando se habla de las causas de la fatiga en el trabajo, se debe decir que los factores que contribuyen a la carga de trabajo mental y que ejercen presiones sobre la persona son muy diversos.
La carga de trabajo mental es un concepto que se utiliza para referirse al conjunto de tensiones producidas en una persona por las exigencias del trabajo mental que realiza (procesamiento de información del entorno a partir de los conocimientos previos, actividad de rememoración, de razonamiento y búsqueda de soluciones, etc.).
Las tareas que requieren concentración, atención, memoria, coordinación de ideas, toma de decisiones y autocontrol emocional collevan una carga mental mayor, con lo que es más probable que las personas que lo desempeñan sean más propensas a la fatiga mental.
Las capacidades de memoria, de razonamiento, de percepción, de atención, de aprendizaje, etc. son recursos que varían de una persona a otra y que también pueden variar para un mismo individuo en distintos momentos de su vida: pueden fortalecerse, por ejemplo, cuando se adquieren nuevos conocimientos útiles, cuando se conocen estrategias de respuesta más económicas (en cuanto a esfuerzo necesario), etc. Pero, en circunstancias físicas o psíquicas adversas, pueden deteriorarse o debilitarse.
Las características individuales también influyen en la tensión que provocan en la persona las distintas presiones que recaen sobre ella. Algunas de estas características individuales son:
•El nivel de aspiración, la autoconfianza, la motivación, las actitudes y los estilos de reacción.
•Las capacidades, la cualificación/capacitación, los conocimientos, y la experiencia.
•La edad.
•El estado general, la salud, la constitución física y la nutrición.
•El estado real y el nivel inicial de activación.
Relación con la actividad, la motivación y el absentismo
Según M. Isabel de Arquer, psicóloga, la fatiga mental tiene relación con elementos como la propia actividad desempeñada y la motivación del trabajador. Sobre la actividad explica que “la fatiga que sigue a la realización prolongada de tareas de procesamiento de datos e informaciones puede afectar negativamente a las capacidades de análisis de datos, de toma de decisiones y de concentración mental; en ocasiones, se traduce en una forma de realización del trabajo propia de personas inexpertas con errores que, a simple vista, parecen inexplicables, aunque la persona no considere que su eficiencia sea menor”.
En general, el estado de saturación mental de la persona se puede presentar en tareas o situaciones de trabajo repetitivas en las que se tiene la sensación de estancamiento, de que no se avanza nada o de que no conducen a nada; se caracteriza por inestabilidad nerviosa (desequilibrio), fuerte rechazo emocional de la situación o tarea repetitiva y otros síntomas adicionales como: cólera o enojo, disminución del rendimiento y/o sentimientos de fatiga e inclinación a renunciar, a retirarse.
Por lo que respecta a la motivación en el trabajo, la realización de una tarea con escasa motivación se acompaña de una pronta aparición de síntomas de fatiga. Sin embargo, cuando la motivación es mucha, “puede no sentirse fatiga hasta que ésta alcance un nivel muy elevado (cercano al agotamiento)”, según Arquer.
También existe una relación causa-consecuencia entre la fatiga mental y el absentismo laboral de corta duración (horas o pocos días). La persona puede sentir cansancio, dolores de tipo músculo-esquelético, de cabeza, molestias digestivas, etc., por lo que su cuerpo le pide descanso y de ahí las ausencias de corta duración.
¿Cómo prevenir la fatiga mental?
Cuando las condiciones de trabajo y las exigencias mentales del mismo no están adaptadas a la persona que lo desempeña, puede surgir la fatiga mental como expresión de la necesidad de modificar la situación ajustándola a las características de la persona en cuestión.
Lo más recomendable para combatir la fatiga es la mejora de las condiciones de trabajo y la reformulación del contenido del puesto de trabajo.
Una de las recomendaciones más universales para prevenir la fatiga consiste en la organización del tiempo de trabajo de manera que permita la realización de pausas. Si se realizan pausas a lo largo de la jornada de trabajo, se puede prevenir el estado de fatiga. Pero para que las pausas sean realmente efectivas deben permitir desconectar de los temas del trabajo y que la persona pueda apartarse físicamente del puesto de trabajo, cambiando el foco de atención.(Fuente – isepclinic.es)Orientar....expandiendo Conciencias*`*•.¸¸☆彡*`*•.¸¸☆彡
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