El 24 de marzo de 1976 comienza en el país una
dictadura que se cobró la vida de 30.000 personas y desmanteló el aparato
productivo del país...
El 24 de marzo de 1976 un golpe de Estado
cívico-militar derrocó al gobierno constitucional de la presidenta María Estela
Martínez de Perón e instauró una dictadura que gobernó la Argentina entre 1976
y 1983 a
través de una Junta Militar encabezada por los comandantes de las tres Fuerzas
Armadas: Jorge R. Videla (Ejército), Emilio E. Massera (Armada) y Orlando R.
Agosti (Fuerza Aérea).Se autodenominó “Proceso de Reorganización
Nacional” y es por eso que suele ser referida simplemente como "el Proceso".
Los golpistas tomaron al poder en un contexto de violencia creciente, caracterizado por acciones de terrorismo de Estado llevadas adelante por las Fuerzas Armadas y el grupo parapolicial Triple A y la actuación de organizaciones guerrilleras.
La Junta Militar llevó a cabo una acción represiva en la línea del terrorismo de Estado conocida mundialmente como la Guerra Sucia, coordinada con las demás dictaduras instaladas en los países sudamericanos mediante el Plan Cóndor, que contó con el apoyo de los principales medios de comunicación privados e influyentes grupos de poder civil, la protección inicial del gobierno de los Estados Unidos y la pasividad de la comunidad internacional.
Los golpistas tomaron al poder en un contexto de violencia creciente, caracterizado por acciones de terrorismo de Estado llevadas adelante por las Fuerzas Armadas y el grupo parapolicial Triple A y la actuación de organizaciones guerrilleras.
La Junta Militar llevó a cabo una acción represiva en la línea del terrorismo de Estado conocida mundialmente como la Guerra Sucia, coordinada con las demás dictaduras instaladas en los países sudamericanos mediante el Plan Cóndor, que contó con el apoyo de los principales medios de comunicación privados e influyentes grupos de poder civil, la protección inicial del gobierno de los Estados Unidos y la pasividad de la comunidad internacional.
El gobierno secuestró, torturó y ejecutó clandestinamente a decenas de miles de personas, sospechadas de ser guerrilleros o activistas civiles sin relación con las organizaciones armadas y estableció centros clandestinos de detención para llevar a cabo estas tareas. Las personas detenidas en estos centros clandestinos fueron conocidos como «los desaparecidos» y gran cantidad de ellos fueron ejecutados y enterrados en fosas comunes o arrojados al mar desde aviones militares. Otro perverso mecanismo implementado fue el de la apropiación de los bebés de madres en cautiverio por parte de la misma estructura militar. De esos más de 500 niños apropiados, casi 100 ya han recobrado su verdadera identidad gracias a la labor de las Abuelas de Plaza de Mayo.
La política económica del Proceso de Reorganización Nacional quedó a cargo de los sectores civiles que promovieron el golpe de estado. Bajo el liderazgo del empresario y estanciero José Alfredo Martínez de Hoz, se puso en práctica una serie de reformas económicas radicales, siguiendo las nuevas doctrinas neoliberales de la Escuela de Chicago, que tendieron a desmontar el Estado de Bienestar, desindustrializar y concentrar la economía argentina y a fomentar el sector financiero y el campo. Socialmente, el Proceso se caracterizó por aumentar notablemente la pobreza, que alcanzó a un tercio de la población, cuando en las décadas anteriores la misma no había superado el 10%.
En 1982 el gobierno militar emprendió la Guerra de Malvinas contra el Reino Unido. La derrota infligida provocó la caída de la tercera junta militar y meses más tarde la cuarta junta llamó a elecciones para el 30 de octubre de 1983, en las que triunfó el candidato de la Unión Cívica Radical, Raúl Alfonsín.
En 2003, tras iniciativas del Presidente Néstor
Kirchner, las leyes de Punto Final y Obediencia Debida fueron derogadas por el
Congreso de la República Argentina y los juicios se reabrieron, en tanto que la
justicia comenzó a declarar inconstitucionales los indultos por crímenes de
lesa humanidad que habían cometido los militares durante la última dictadura.
En 2006 se han reabierto 959 causas penales, que siguen en marcha. En ese mismo
año, se estableció el 24 de marzo como el Día Nacional de la Memoria y la
Justicia y como feriado nacional a través de la ley 26085
Orientar, expandiendo Conciencias✾¸.★✾¸.★
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