El
amor en esta etapa acepta la piel arrugada del otro, los problemas de memoria,
la sordera, las pequeñas manías. ¿Hay rupturas en la vejez?
Por
Sandra Perez
Hermosa
nota que compartimos
Hoy
por hoy debemos reconocer que los adultos mayores están siendo reivindicados
por una sociedad que cada día envejece y que está apreciando en “carne propia”
los efectos de la estigmatización de la vejez. Estos cambios han influido en la
imagen que las otras generaciones comienzan a tener del adulto mayor, como así
mismo en la percepción que el propio adulto mayor está teniendo de sí mismo.
Esta
nueva percepción está devolviendo al adulto mayor algunas capacidades, a las
que había renunciado por una imposición cultural… una de estas es la capacidad
de amar, amar románticamente, apasionadamente.
Era
común esperar -tanto del hombre como de la mujer mayor de 60 años- que
actuasen según estereotipos
preconcebidos vigentes en todas las épocas y que se representaban por conductas
caracterizadas por la sensatez, mesura, realismo y serenidad. Por lo tanto, el
adulto mayor no tenía permiso para enamorarse, según sus hijos, nietos y amigos
y la sociedad. Enamorarse estaba fuera de lugar. Esta fuerte tradición cultural
se ha modificado, por suerte.
Reconociendo
que el deseo de amar y de ser correspondido es inherente al ser humano en
cualquier momento de la vida, la etapa de la vejez no queda al margen de esta
condición humana. Sin embargo, es evidente que
el amor en la vejez es más tranquilo, reflexivo, lejos de la pasión de
la juventud, y que con mucha frecuencia se convierte en compañía, como lo
muestra el excelente libro de Gabriel García Márquez, “El amor en tiempos del
cólera”. Cualquier persona puede vivir su última etapa de vida gracias al valor
que aporta el amor, cultivar el amor en la tercera edad es un verdadero regalo,
puesto que no existe mayor medicina para vivir feliz que la ilusión que aporta
un corazón correspondido.
Es
evidente que los adultos mayores han tenido más tiempo y oportunidades que los
jóvenes para aprender a amar de verdad. Han aprendido a compartir también la
enfermedad, los achaques, las despedidas de los hijos, la muerte de amigos, en
fin, su paulatina disminución de actividad e incluso de fuerza, para apoyarse
logrando una comunión total. Es así como
el amor otorga al adulto mayor un
sentido trascendente de la vida.
Y
recuerda "Si tú No sonríes....Otros Sí
estarán riendo"!!!!
Orientar,
Expandiendo Conciencias ✿´
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Las
imágenes y fotos que ilustran la nota, las he encontrado en la web. (Internet). Si alguna es tuya y
deseas que la retire, házmelo saber y si la deseas compartir, estaré encantada
de darte el crédito. En Amor y Paz✿´´✿¯`•.¸¸.☆ ✿¸.☆´¸☆✿´ ¸.☆´¸☆´ ¸.´´✿¯`•.¸¸.☆ ✿.