Rorschach nació en
Suiza, en el seno de una familia con pocos recursos económicos. Su padre era un
pintor sin gran éxito en su profesión y que daba clases de pintura en una
escuela preparatoria para varones.
Durante sus estudios en
la etapa secundaria, Rorschach demostró especial entusiasmo por entintar sobre
papel y pegarlo, de tal manera que obtenía formas de pájaros o mariposas, lo
cual incluso le valió ser apodado con el nombre de "kleck" que
significa «mancha».
Al finalizar la
escuela, se interesó por la pintura y tras graduarse en
1909 se interesó por la psiquiatría.
En 1911, Rorschach llega al psicoanálisis, corriente psicológica y psiquiátrica en boga a
principios del siglo XX. Ingresa en la clínica universitaria de Zurich, “La Burghölzli”, dirigida por Eugen Bleuler. Allí se entusiasmó con las ideas freudianas, mientras se iniciaba
en la técnica de la asociación
verbal. Fue así como empezó a dar mayor importancia al
aspecto de la interpretación y el psicodiagnóstico, término que fue el
primero en acuñar, basándose en trabajos artísticos realizados por neuróticos y psicóticos sobre su propia habilidad
para pintar.
Mientras se encontraba
trabajando en un hospital de Suiza, tuvo tiempo para interesarse en la
psicopatología de la religión. Durante ese intervalo, cuando un colega publica
en 1917 su tesis doctoral sobre una prueba de
manchas que había inventado, Hermann Rorschach renueva su interés en su técnica
ya utilizada. De esta forma Hermann llega a utilizar 40 tarjetas, aunque
realmente eran 15 las usadas con una mayor frecuencia. Recabó entonces las
respuestas de 305 personas a quienes mostraba las tarjetas y les preguntaba ¿qué podría ser esto? La prueba fue aplicada a 117
neuróticos y 118 psicóticos.
Las respuestas
subjetivas le facilitaban distinguir entre unos y otros con base a las
habilidades perceptuales, inteligencia y características emocionales. Rorschach
consideraba esta prueba como un espejo donde la mancha constituye un estímulo
óptico, el cual activa imágenes que son proyectadas de vuelta a las manchas.
Esto se basa en la tendencia a proyectar interpretaciones y emociones ante
estímulos ambiguos; en este caso las manchas.
Así, los observadores
son capaces de entrever de manera más profunda rasgos de personalidad e
impulsos en la persona que realiza la prueba. Varios colegas de Hermann lo
alentaron a publicar estos resultados. El manuscrito que contiene la versión
original de las pruebas consiste en 15 tarjetas, pero seis editores las
rechazaron, de tal manera que tuvo que reducir el número de tarjetas a diez.
En junio de 1921 finalmente se imprimió su libro, pero
la edición de las tarjetas fue insatisfactorio ya que redujeron el tamaño y los
colores fueron alterados. Así quedó el modelo de las diez tarjetas que se
conocen como la prueba de psicodiagnóstico de Rorschach.
En 1922 Hermann Rorschach fallece por peritonitis como consecuencia de una apendicitis mal atendida.
La
Prueba
La
prueba es un método proyectivo,
en donde la persona debe describir lo que ve en las diez láminas. Algunas de
ellas son en blanco y negro y otras en color. La respuesta de cada una es
calificada con base a la información que da el paciente, la cual puede incluir
forma, color o contenido. La teoría dice que los símbolos que se proyectan
sobre la prueba pertenecen tanto al código genético, como a los arquetipos, los
cuales son activados por necesidades que se presentan en la vida del individuo.
De esta manera los símbolos son frecuentemente factores que despiertan nuestra
memoria en un nivel emocional, el cual es medido y codificado en la prueba. Por
tal razón esta prueba es hoy en día, a pesar de su antigüedad, una de las más
utilizadas.
El Test
El test de Rorschach
consta de diez láminas compuestas por manchas de tinta sobre un fondo
blanco. De estas láminas,
cinco son acromáticas, es decir, en blanco y negro, y las otras cinco son
cromáticas, de las cuales dos son bicolores (rojo y negro) y otras tres son
multicolor (rojos, verdes, azules, etc). Estas láminas poseen una morfología
vaga por lo que resultan especialmente sugerentes. Las láminas son presentadas
de manera sucesiva a un sujeto preguntándole lo que ve en ellas y cómo y dónde
manifiesta lo observado. El análisis del test está basado en las respuestas que
da el individuo.
Algunos de los
criterios usados para evaluar las respuestas son:
· Tiempo de latencia. Cuánto se
demora el individuo en dar la primera respuesta a cada lámina.
· Posición. Cómo lo ve respecto
de la posición de la lámina: en la posición estándar, con 90º o 180º de
rotación.
· Localización. Dónde lo ve: en
la mancha completa, en un detalle, en un espacio en blanco.
· Forma. Cómo es la calidad de lo
percibido: rica en detalles, forma bien definida, forma vaga, etcétera.
· Movimiento. Si lo percibido
parece estar en movimiento o siendo movido por alguna fuerza.
· Color. Si refiere al color de
lo percibido. Si con ello justifica profundidad, perspectiva, sombras,
texturas, etcétera.
· Categoría. Qué es lo que ve:
una forma humana, animal, objeto o sus derivados. Otras categorías suelen
considerarse aparte, tales como paisajes o respuestas de carácter sexual.
Varios caminos han
tenido un desarrollo independiente. Los de mayor desarrollo y difusión fueron
los de Klopfer y Rapaport, también alcanzaron un importante desarrollo las
lecturas de Beck, Hertz y Piotrowsky entre otros. El nombre de John Exner
merece una mención particular, integró las cinco principales corrientes en un
único Sistema Comprehensivo, y es en la actualidad la corriente de mayor
desarrollo, difusión, utilización y expansión en el mundo. A diferencia de los
anteriores posee un enfoque menos complicado en sus lecturas y desarrollos
diagnósticos. Se presenta a sí mismo como un medio y no un fin, por lo que se
promociona como un test para ser utilizado en diferentes ámbitos y por
diferentes lecturas teóricas
Orientar, expandiendo Conciencias .✽¸¸.•*`*•.¸✤
No hay comentarios:
Publicar un comentario