Datos
y cifras
·
La
demencia es un síndrome que implica el deterioro de la memoria, el intelecto,
el comportamiento y la capacidad para realizar actividades de la vida diaria.
·
Aunque
afecta principalmente a las personas mayores, la demencia no constituye una
consecuencia normal del envejecimiento.
·
En el
mundo entero hay unos 47,5 millones de personas que padecen demencia, y
cada año se registran 7,7 millones de nuevos casos.
·
La
enfermedad de Alzheimer, que es la causa de demencia más común, acapara entre
un 60% y un 70% de los casos.
·
La
demencia es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las
personas mayores en el mundo entero.
·
La
demencia tiene un impacto físico, psicológico, social y económico en los
cuidadores, las familias y la sociedad.
La
demencia es un síndrome –generalmente de naturaleza crónica o progresiva–
caracterizado por el deterioro de la función cognitiva (es decir, la capacidad
para procesar el pensamiento) más allá de lo que podría considerarse una
consecuencia del envejecimiento normal. La demencia afecta a la memoria, el
pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad de
aprendizaje, el lenguaje y el juicio. La conciencia no se ve afectada. El
deterioro de la función cognitiva suele ir acompañado, y en ocasiones es
precedido, por el deterioro del control emocional, el comportamiento social o
la motivación.
La
demencia es causada por diversas enfermedades y lesiones que afectan al cerebro
de forma primaria o secundaria, como la enfermedad de Alzheimer o los
accidentes cerebrovasculares.
La
demencia es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre
las personas mayores en todo el mundo. Puede resultar abrumadora no solo para
quienes la padecen, sino también para sus cuidadores y familiares. A menudo hay
una falta de concienciación y comprensión de la demencia, lo que puede causar
estigmatización y suponer un obstáculo para que las personas acudan a los
oportunos servicios de diagnóstico y atención. El impacto de la demencia en los
cuidadores, la familia y la sociedad puede ser de carácter físico, psicológico,
social y económico.
Signos y síntomas
La
demencia afecta a cada persona de manera diferente, dependiendo del impacto de
la enfermedad y de la personalidad del sujeto antes de empezar a padecerla. Los
signos y síntomas relacionados con la demencia se pueden entender en tres
etapas.
Etapa
temprana: a
menudo pasa desapercibida, ya que el inicio es paulatino. Los síntomas más
comunes incluyen:
·
tendencia
al olvido;
·
pérdida
de la noción del tiempo;
·
desubicación
espacial, incluso en lugares conocidos.
Etapa
intermedia: a
medida que la demencia evoluciona hacia la etapa intermedia, los signos y
síntomas se vuelven más evidentes y más limitadores. En esta etapa las personas
afectadas:
·
empiezan
a olvidar acontecimientos recientes, así como los nombres de las personas;
·
se
encuentran desubicadas en su propio hogar;
·
tienen
cada vez más dificultades para comunicarse;
·
empiezan
a necesitar ayuda con el aseo y cuidado personal;
·
sufren
cambios de comportamiento, por ejemplo, dan vueltas por la casa o repiten las
mismas preguntas.
Etapa
tardía: en
la última etapa de la enfermedad, la dependencia y la inactividad son casi
totales. Las alteraciones de la memoria son graves y los síntomas y signos
físicos se hacen más evidentes. Los síntomas incluyen:
·
una
creciente desubicación en el tiempo y en el espacio;
·
dificultades
para reconocer a familiares y amigos;
·
una
necesidad cada vez mayor de ayuda para el cuidado personal;
·
dificultades
para caminar;
·
alteraciones
del comportamiento que pueden exacerbarse y desembocar en agresiones.
Formas
más comunes
Las
formas, o causas, de la demencia son múltiples y diversas. La enfermedad de
Alzheimer es la forma más común de demencia: se calcula que representa entre un
60% y un 70% de los casos. Otras formas frecuentes son la demencia vascular, la
demencia por cuerpos de Lewy (agregados anormales de proteínas en el interior
de las células nerviosas) y un grupo de enfermedades que pueden contribuir a la
demencia frontotemporal (degeneración del lóbulo frontal del cerebro). Los
límites entre las distintas formas de demencia son difusos y frecuentemente
coexisten formas mixtas.
Tasas
de demencia
La
demencia afecta a nivel mundial a unos 47,5 millones de personas, de las cuales
un poco más de la mitad (58%) viven en países de ingresos bajos y medios. Cada
año se registran 7,7 millones de nuevos casos.
Se
calcula que entre un 5% y un 8% de la población general de 60 años o más sufre
demencia en un determinado momento.
Se
prevé que el número total de personas con demencia prácticamente pase de 75,6
millones en 2030 a 135,5 millones en 2050. Buena parte de ese incremento puede
achacarse al hecho de que en los países de ingresos bajos y medios el número de
personas con demencia tenderá a aumentar cada vez más.
Tratamiento
y atención
No
hay ningún tratamiento que pueda curar la demencia o revertir su evolución
progresiva. Existen numerosos tratamientos nuevos que se están investigando y
se encuentran en diversas etapas de los ensayos clínicos.
Sí
existen, en cambio, numerosas intervenciones que se pueden ofrecer para apoyar
y mejorar la vida de las personas con demencia y sus cuidadores y familias. Los
objetivos principales de los servicios de atención relacionados con la demencia
son:
·
diagnosticarla
precoz;
·
optimizar
la salud física, la cognición, la actividad y el bienestar;
·
identificar
y tratar enfermedades físicas concomitantes;
·
detectar
y tratar los síntomas psicológicos y conductuales;
·
proporcionar
información y apoyo a largo plazo a los cuidadores.
Factores de riesgo y prevención
Hay
pocas investigaciones que tengan por finalidad identificar los factores de
riesgo modificables de la demencia. La prevención se centra en los objetivos
sugeridos por los estudios científicos disponibles, por ejemplo la lucha contra
los factores de riesgo relacionados con las enfermedades vasculares, como la
diabetes, la hipertensión y la obesidad en la mediana edad, el tabaquismo y la
inactividad física.
Impactos sociales y económicos
La
demencia tiene importantes repercusiones sociales y económicas en lo que
respecta a los costos médicos directos, los costos sociales directos y costos
referidos a la atención prestada fuera del ámbito institucional. En 2010 el
costo social total de la demencia a nivel mundial se estimó en US$ 604 000
millones. Esta cuantía equivale al 1% del producto interior bruto (PIB)
mundial, o al 0,6% si solo se tienen en cuenta los costos directos. El costo
total expresado como proporción del PIB varía entre el 0,24% correspondiente a
los países de ingresos bajos y el 1,24% correspondiente a los países de
ingresos altos.
Impacto
en las familias y los cuidadores
La
demencia tiene un efecto abrumador en las familias de las personas afectadas y
sus cuidadores. A menudo surgen presiones físicas, emocionales y económicas que
pueden causar mucho estrés a las familias y cuidadores, que necesitan recibir
apoyo por parte de los servicios sanitarios, sociales, financieros y jurídicos
pertinentes.
Derechos humanos
Con
frecuencia a las personas que padecen demencia se les deniegan libertades y derechos
básicos de los que las demás personas disfrutan sin problema. En muchos países,
el uso de medios de inmovilización tanto físicos como químicos está a la orden
del día en los centros de atención para personas mayores o en los servicios de
cuidados intensivos, aunque haya en vigor normativas que defienden el derecho
de las personas a ver preservada su libertad y tomar sus propias decisiones.
Hace
falta un marco legislativo apropiado y favorable basado en normas de derechos
humanos internacionalmente aceptadas para garantizar la máxima calidad en la
prestación de servicios a las personas con demencia y sus cuidadores.
Respuesta de la OMS
La
OMS reconoce la demencia como una prioridad de salud pública. El informe de la
OMS titulado Dementia: a public health priority (demencia: una
prioridad de salud pública) publicado en 2012, tiene por objeto proporcionar
información y fomentar una mayor concienciación sobre la demencia. Entre sus
metas más concretas está la de velar por que se intensifiquen los esfuerzos
públicos y privados en pro de la mejora de la atención y el apoyo prestados a
las personas con demencia y sus cuidadores.
La
demencia es una de las afecciones prioritarias del Programa de acción de la OMS
para superar la brecha en salud mental (mhGAP), cuyo objetivo es mejorar la
atención de los trastornos mentales, neurológicos y por abuso de sustancias.
La
OMS ha organiza la Primera Conferencia Ministerial sobre la Acción Mundial
contra la Demencia en marzo de 2015, con el apoyo de la Organización de Cooperación
y Desarrollo Económicos (OCDE) y el Departamento de Salud del Reino Unido. Los
principales objetivos de la conferencia son concienciar acerca del desafío para
la salud pública que plantea la demencia, posibilitar una mejor comprensión de
la función y la responsabilidad primordiales que desempeñan los gobiernos en la
respuesta al desafío de la demencia, y hacer hincapié en la necesidad de una
acción coordinada a nivel mundial y nacional.
Y recuerda "Si tú No sonríes....Otros Sí estarán riendo"!!!!
Orientar, Expandiendo Conciencias✿´¯) ¸.☆´¯)¸☆´ (¸.´´✿¯`•.¸¸.☆✿
Las imágenes y fotos que ilustran la nota, las he encontrado en la
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En Amor y Paz
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