domingo, 12 de abril de 2015

El Retiro Sagrado Lunar de la MUJER CONSCIENTE.☆´¸☆´ ¸.´´

La Casa de la Luna es el lugar de la mujer, donde las mujeres se reúnen durante su tiempo menstrual para ser una-con-todas y con los cambios que se están produciendo en sus cuerpos. Antaño, durante este tiempo especial de ciclos lunares, las mujeres se retiraban de las tareas familiares para reunirse en la Casa de la Luna y disfrutar de la compañía de sus Hermanas.....

Tradicionalmente, el Tiempo Lunar representa el tiempo sagrado de la mujer cuando es honrada como Madre de la Fuerza Creadora. Es durante estos días que toda la energía que ha portado su cuerpo durante el mes, puede liberarse y prepararse para la reconexión con la fertilidad de la Madre Tierra. Nuestros ancestros comprendían la importancia de que cada mujer tuviera su Espacio Sagrado durante este tiempo de reconexión, porque se comprendía que las mujeres eran las portadoras de la abundancia y de la fertilidad. Así como las mujeres eran las madres que incrementaban los miembros de la Tribu, asimismo eran las que traían la fertilidad a las cosechas a través de su conexión con la Madre Tierra, sosteniendo los sueños de la Nación en sus entrañas hasta convertirse en realidad. El Tiempo Lunar de la mujer era su momento de descanso.
A nadie se le hubiera ocurrido impedirle a una mujer su tan necesario retiro durante el Tiempo Lunar. Insistirle a una mujer para que continuase con sus tareas domésticas rompiendo su período de reconexión, podía atraer infortunio sobre cualquier miembro de la Tribu y atraer la ira de la Madre Tierra. Negándole su derecho de reconexión con la Abuela Luna y la Madre Tierra, podía poner en peligro la fertilidad y la abundancia para la Tribu o Nación. Gran parte de esta conexión se ha perdido en nuestro mundo moderno y en mi opinión es la causa de muchos de los problemas que las mujeres hoy en día experimentan con sus órganos sexuales, los cuales podrían ser aliviados si se honrase la necesidad de retiro y reconexión con la verdadera Madre y Abuela, la Tierra y la Luna.
Así como la Abuela Luna es la tejedora de las mareas (el agua o sangre de la Madre Tierra), el ciclo de la mujer sigue et ritmo de este tejer. Cuando las mujeres viven juntas en un espacio común, sus cuerpos empiezan a regular sus menstruaciones hasta que, eventualmente, tengan su Tiempo Lunar en sincronía. Este ritmo natural es uno de los vínculos de la Hermandad Femenina.
Las mujeres honran su camino sagrado cuando reconocen el conocimiento intuitivo inherente a su naturaleza receptiva. Confiando en los ciclos de su cuerpo y permitiendo que los sentimientos emerjan dentro de ella, las mujeres han sido Videntes y Oráculos para sus Tribus durante siglos. En nuestra tradición Séneca, el cuerpo gobernante de la Nación proviene de los ocho Clanes, y cada Clan tiene su Clan Madre. Estas mujeres tienen la última palabra en todas las situaciones. Se comprende que todo crecimiento proviene de la mujer. Así como se hace en los Clanes Madres, cada mujer puede acceder a la verdad que la guiará en su Camino Sagrado, al aprender a usar sus cualidades intuitivas y su sabiduría.
El color negro es el color del Oeste en la rueda Medicinal. El Oeste es el lugar de la mujer, el lugar de todos los mañanas y el hogar del Oso. El Oso se retira a su cueva para digerir la comida y la información recogida durante todo el año, y la mujer se retira a la Casa de la Luna para honrar los regalos que ha recibido de la Madre Tierra durante su ciclo Lunar. La negrura del cielo nocturno está habitada por la luz plateada de la Abuela Luna y es femenina por naturaleza. Por eso las Casas de mujeres se llaman Casas Negras.
Es durante su Tiempo Lunar que la mujer comparte sus visiones, sueños, experiencias y talentos. De la misma forma en que no se permiten hombres en las Casas Negras, tampoco se permiten mujeres en las Sociedades y Clanes Guerreros, y de este modo hombres y mujeres pueden reconectarse dentro de la Hermandad que les corresponde y sostiene y mutuamente compartir las enseñanzas aprendidas para fortalecer al Todo.
En la Tradición Nativa, cada etapa del crecimiento femenino es explicado con mucho mimo y amor a las adolescentes. Las enseñanzas comienzan antes de la primera menstruación a través de los Rituales de Iniciación. A cada mujer de la Tribu se le muestra el gran honor de ser una Madre de la Fuerza Creadora. Cada mujer aprende sobre el Ciclo Lunar cuando se va preparando para ser una tejedora-de-mareas como lo es su Abuela la Luna. Se le enseña a respetar su cuerpo y sus necesidades. Cada mujer conecta con el entendimiento de lo que significa ser mujer y es preparada para tomar su lugar entre las demás mujeres de la Tribu.
Durante su Tiempo Lunar, las mujeres no preparan comida, ni bailan, ni participan en Ceremonia, ni comparten ninguna actividad con los hombres. Esta práctica ha sido malinterpretada, haciéndonos creer que las mujeres eran sucias durante su Tiempo Lunar, pero en realidad, dentro de la Tradición era considerado, no solamente el acto más elevado de honrar a la mujer, sino un derecho inherente de la mujer de entrar en retiro y nutrirse de la Madre Tierra, derecho que se lo otorga por haber cumplido con su responsabilidad de nutrir al prójimo durante el resto del mes.
Las enseñanzas de la Casa de la Luna están direccionadas para que cada mujer se relacione con las energías de la Madre y de la Abuela y explore los roles de la mujer en profundidad. Uno de los reconocimientos más profundos es el entendimiento de que su cuerpo es una extensión sagrada de la Madre Tierra, así como todos los actos de placer, abundancia y fertilidad son parte de su naturaleza femenina. Al experimentar el acoplamiento por vez primera, cada mujer es tiernamente amada y respetada para que ningún daño ataña a la Madre Tierra ni a la Tribu a través de un trato sexual tosco. La sexualidad es sentida como un placer sagrado y natural de fertilidad.
Está en manos de las mujeres el sanar las viejas heridas de forma creativa y exitosa utilizando el concepto de la Casa de la Luna y del retiro a la santidad de la Hermandad Femenina. Aprendiendo a amar y a comprender, las mujeres se sanarán las unas a las otras. Todo Ser tiene un lado femenino y masculino que al entrar en el silencio del corazón descubrirá la belleza del retiro y del recibir. La Casa de la Luna puede llegar a ser de nuevo un símbolo tanto para mujeres como para hombres. Retirarse a digerir los sentimientos creados por las experiencias de vida es sumamente sanador."
Las cartas del Camino Sagrado.
Descubrimiento del Ser a través de Enseñanzas Nativas
Jamie Sams* Traducción de Beatriz Millán Risco
Y recuerda "Si tú No sonríes....Otros Sí  estarán riendo"!!!!
Orientar, Expandiendo Conciencias´¯) ¸.´¯)¸´ (¸.´´¯`•.¸¸.☆✿
Las imágenes y fotos que ilustran la nota, las he encontrado  en la web. (Internet). Si alguna es tuya y deseas que la retire, házmelo saber y si la deseas compartir, estaré encantada de darte el crédito.
En Amor y Paz
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