La
soledad nunca es buena compañera, aún más en estas fechas y sobre todo para las
personas mayores que solos y, muchas veces acompañados, pierden la ilusión con
los años, la chispa que solo prende con el espíritu de la Navidad.
"Después de los adolescentes, las personas mayores de 75 años son las que
tienen una tasa de suicidio más elevada. Y la soledad la llevan peor los
hombres", señala Paulino Castells, profesor titular de Psicología de la
Universidad Abat Oliba Ceu y autor del libro "Queridos abuelos" (Booket).
"Sólo el hecho de recordar a una persona que es querida, aunque estemos lejos, pone en marcha la ilusión", asegura Castells. Y eso a veces cuesta muy poco, una simple llamada de teléfono, por ejemplo...
Para
ayudarles a mitigar esa soledad, incluso para que recuerden la magia de la
Navidad, "es necesario que se produzca una solicitud externa, demostrarles
un mínimo interés por ellos: una llamada de teléfono, una llamada a la puerta
de su casa, prestarle algún servicio o acercarles un niño aunque no sea su
familiar. Cualquier detalle en el que vean que una persona se interesa por
ellos les ayuda e ilusiona", explica Castell en declaraciones citadas por
el periódico madrileño ABC, destacando que en especial recuerda a esos abuelos
que no ven a sus nietos por desavenencias familiares.
Con tantos años, pérdidas y avatares de la vida, la Navidad
"es una época muy dura para los mayores porque les falta gente muy
importante en sus vidas" .//Gerardo Carrasco//MP
Orientar, expandiendo
Conciencias♥¸.•*´
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