Los niños hiperactivos tienen serios problemas para regular su conducta, lo que conlleva de continuo una acción irreflexiva en la que se busca la satisfacción inmediata de los deseos sin acatar las normas sociales ni tener en cuenta el riesgo que tal exigencia comporta.....
Este conjunto de síntomas, unido a una actividad motriz excesiva ya la falta de atención y continuidad en las tareas, marcan el denominador común del síndrome de hiperactividad y déficit de atención, que afecta al 5 por ciento de los niños, varones en su mayoría, entre seis y dieciséis años. Generalmente, casi todos los casos se detectan al alcanzar la edad escolar, momento en el que los educadores advierten a las familias sobre el comportamiento anómalo de sus hijos, que se muestran desobedientes, «contestones» y empeñados en molestar continuamente a sus compañeros, a los que distraen en clase justo cuando más atención se requiere. Pero a esta conducta, que aflora en concordancia con los balbuceos académicos del niño, le preceden otras manifestaciones en sus primeros años, cuando el pequeño suele llorar mucho, dormir poco y mover-se incesantemente.
Hay que ser prudentes para diagnosticar a un niño hiperactivo, máxime cuando en la primera infancia es muy difícil distinguirlo de otros que derrochan la misma actividad; además, no todo el que manifiesta un comportamiento agresivo o antisocial puede considerarse como tal. No hay que confundir este síndrome con los trastornos de atención y sobreactividad que pueden presentarse en niños procedentes de ambientes familiares inadecuados o caóticos o como consecuencia de retraso mental y ciertos trastornos de personalidad o ansiedad».El origen del trastorno suscita discrepancias: hay quienes lo atribuyen a una disfunción cerebral, en tanto que otros consideran su causa exclusivamente emocional. Artífice y defensor de la tesis que atribuye un origen neurológico a la hiperactividad, el doctor Paulino Uclés asegura que «la teoría predominante es que, bajo este problema, subyace una disfunción cerebral provocada por la falta de desarrollo de los lóbulos frontales, donde se localizan las áreas de la racionalidad, la autoconciencia o la supervisión y planificación de una acción motora o verbal».
Los niños con hiperactividad necesitan hacer mucho ejercicio al aire libre, de ser posible por la mañana y por la tarde. El ejercicio debe ser programado y conducido, preferentemente, por un monitor.•
Nunca hay que dejarlos en clase sin recreo “porque necesitan moverse como el agua”.• La dieta mediterránea es la más recomendable para estos pequeños: legumbres, frutas, verduras y pescados………………………….
ORIENTAR…expandiendo Conciencias
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