En la vastedad del océano no existe el ego....
Visto a distancia, desde la Luna o desde un satélite, el océano parece quieto e inanimado, una enorme franja azul que circunda la Tierra. Sin embargo,
conforme nos acercamos, comprobamos que está en movimiento constante, agitado por corrientes y mareas, remolinos y olas. Nosotros vemos estos patrones como entidades distintas. Cuando una ola se levanta podemos ver su cresta, su rompimiento y su movimiento hacia la orilla. Sin embargo, es imposible separar la ola del océano. Es imposible sacar una ola con un balde y llevarla a casa. Si tomas una fotografía de una ola y regresas al día siguiente, ninguna será exactamente igual.
El océano es una analogía maravillosa para comprender el alma....
Imagina que el océano ¿es la realidad no circunscrita, el campo de posibilidades infinitas, el nivel virtual de existencia que sincroniza todo. Cada uno de nosotros es como una ola de ese océano. Somos creados a partir de él y constituye la esencia misma de lo que somos. Así como las olas tienen una forma específica,nosotros adoptamos intrincados patrones de realidad no circunscrita. Este océano vasto e infinito de
posibilidad es la esencia del mundo físico. El océano representa lo no circunscrito y la ola, lo circunscrito.
Ambos están íntimamente vinculados.
Una vez que sabemos que el alma deriva del reino no circunscrito o virtual, nuestro lugar en el Universo se hace evidente: somos tanto circunscritos como no circunscritos, patrones individuales que emergen de la inteligencia no circunscrita, la cual es parte de todo y de todos los demás. Podemos pensar entonces que el alma tiene dos partes. El alma vasta, no circunscrita, existe en el nivel
virtual o espiritual.
Es poderosa, pura y capaz de cualquier cosa. La parte personal, circunscrita,
existe en el nivel cuántico. Ésta es la que se manifiesta en nuestra vida cotidiana y que mantiene la esencia de lo que somos.
También es poderosa, pura y capaz de cualquier cosa. El mismo potencial
ilimitado del espíritu infinito también reside en cada uno. Nuestra alma personal, aquélla en la que pensamos cuando pensamos en nosotros, es una floración del akna eterna.
Si aprendiéramos a vivir desde el nivel del alma, veríamos que la parte más valiosa y luminosa de nuestro ser está conectada con todos los ritmos del Universo. Seríamos conscientes de nuestra capacidad de hacer milagros. Dejaríamos de sentir temor, añoranza, odio, ansiedad y duda.
Vivir desde el nivel del alma, significa dejar atrás el ego y las limitaciones de la mente que nos atan a los sucesos y consecuencias del mundo físico.
En la vastedad del océano, nada reclama atención individual. Hay olas, remolinos y mareas, pero en última instancia, todo es océano. Nosotros somos patrones del ámbito cuántico que aparentan ser personas; en última instancia, todo es espíritu.
No obstante, todos nos sentimos plenamente individuales, ¿no es así? Nuestros sentidos nos confirman que estos cuerpos son reales y tenemos pensamientos personales e individuales.
Aprendemos, nos enamoramos, tenemos hijos y trabajamos en nuestras carreras. ¿Cómo es que no sentimos este vasto océano arremolinándose en nuestro interior? ¿Por qué sentimos que nuestras vidas están tan circunscritas? Todo se debe a los tres niveles de existencia.
En el nivel físico, en lo que llamamos mundo real, el alma es el observador que participa en la observación.
Siempre que observamos, hay tres elementos involucrados. El primero, que ocurre en el
mundo físico, es el objeto observado. El segundo, que ocurre en el nivel de la mente, es el proceso de observación. El tercer elemento es el observador mismo, al que llamamos alma.¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.
Veamos un sencillo ejemplo. Primero, un animal cuadrúpedo y peludo se convierte en objeto de tu observación. En seguida, tus ojos reciben la imagen del objeto y transmiten la señal a la mente,que interpreta ese objeto como un perro. Pero ¿quién está observando al perro? Dirige la conciencia hacia adentro y percibirás una presencia en tu interior. Esa presencia es tu alma, la extensión de la
inteligencia no circunscrita que florece en ti. Así pues, el alma está involucrada en el proceso de conocimiento, pero también es la que conoce. Esta presencia, esta conciencia, esto que conoce, es inmutable. Es un punto de referencia fijo en medio del cambiante paisaje del mundo físico.
Todos tenemos un alma, pero como cada uno observa desde lugares y experiencias
diferentes, no todos observamos las mismas cosas ni de la misma manera. Las variaciones se deben a las interpretaciones personales. Por ejemplo, si tú y yo observáramos a un mismo perro, tendríamos pensamientos distintos. Yo podría considerarlo un animal feroz y sentir temor. Tú podrías verlo como una compañía amigable. Nuestras mentes interpretan la observación de distinta forma. Si yo veo un perro, corro; si tú lo ves, le silbas y juegas con él.
La interpretación ocurre en el nivel de la mente, pero la que está condicionada por la experiencia es nuestra alma individual; ésta influye en las elecciones e interpretaciones por los recuerdos de experiencias pasadas. Estos pequeñísimos granos o semillas de la memoria se acumulan en el transcurso de la vida y la combinación de recuerdos e imaginación basada en la experiencia recibe el nombre de karma. El karma se acumula en la parte personal del alma, en esa ola que forma la esencia de nuestro ser y la matiza. El alma personal gobierna la conciencia y es el paradigma de la clase de persona en que cada uno se convertirá. Además, nuestros actos pueden influir en el alma personal, y modificar el karma para bien o para mal.
La parte universal y no circunscrita del alma no es afectada por nuestros actos, pero está conectada con un espíritu puro e inmutable. De hecho, la definición de iluminación es el reconocimiento de que soy un ser infinito que ve y es visto, que observa y es observado desde un punto de vista específico y localizado. No importa cuánto hayamos complicado nuestras vidas, siempre es posible recurrir a la parte universal del alma, al campo infinito de potencial puro y modificar el curso de nuestro destino. Eso es el sincrodestino: aprovechar la conexión entre las
almas, personal y universal, para moldear nuestras vidas.
Las semillas de la memoria acumuladas por la experiencia, nuestro karma, ayudan a
determinar quiénes somos, pero la individualidad de nuestra alma personal está determinada por otros factores. Las relaciones desempeñan un papel importante en la construcción del alma.
Permíteme explicarlo detalladamente a través de un análisis de los distintos aspectos de la existencia. Cuando examinamos nuestros cuerpos físicos, nos damos cuenta de que no son más que un conjunto de moléculas recicladas. Las células de nuestro cuerpo se crean, mueren y reemplazan,
muchas veces, a lo largo de nuestra vida. En forma constante, estamos rehaciéndonos. Para regenerarse, nuestros cuerpos convierten los alimentos que consumimos en los componentes básicos de la vida.
El planeta mismo provee los nutrientes que necesitamos para renovarnos y las
células que desechamos vuelven a él. Por ello, podemos afirmar que constantemente transformamos nuestros cuerpos físicos, por medio del reciclamiento de la Tierra.
Ahora considera las emociones; éstas sólo son energía reciclada. No surgen de nosotros;vienen y van en función de las situaciones, circunstancias, relaciones y acontecimientos. El 11 de septiembre de 2001, la fecha del desastre del World Trade Center, los sucesos desencadenaron el miedo y el terror. Estas poderosas emociones continuaron vigentes durante meses. Las emociones no se generan aisladamente; siempre se producen por alguna interacción con el entorno. Si no hay circunstancias ni relaciones, no hay emociones. Así pues, aunque monte en cólera, de hecho no es mi cólera. Es cólera que se ha asentado en mí por un momento.
Piensa en la última vez que estuviste entre personas que experimentaban una emoción
similar, por ejemplo, en una turba furiosa, entre los dolientes en un funeral o entre los; aficionados en un partido de fútbol. Es casi imposible no dejarse llevar por esa emoción, pues aumenta su potencia cuando la expresan simultáneamente tantas personas. En estas situaciones, no se trata de tu ira, tu tristeza o tu júbilo. Cada emoción depende del contexto, las circunstancias y las relaciones que definen tu realidad en ese momento.
¿Qué hay de los pensamientos? Éstos son información reciclada. Cada pensamiento forma
parte de una base de datos colectiva. Hace 100 años hubiera sido imposible decir: «Voy a viajar a Disney World en Delta Airlines». No existía este concepto en el mundo, por lo que era imposible tener ese pensamiento. No había Disney World, Delta Airlines ni vuelos comerciales. Hasta los pensamientos más originales son simplemente información reciclada, saltos cuánticos de creatividad que surgen del mismo estrato de información colectiva y reciclada…..
Dr Deepak Chopra´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.
Orientar .... es Chopra
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